Según un informe elaborado por AECOC (Asociación de fabricantes y distribuidores) y la consultora PWC España, la decisión del Gobierno de bajar el IVA de determinados productos, debería haber tenido en cuenta también otros productos esenciales como la carne y el pescado, ya que la inflación se habría reducido hasta dos puntos menos: situándose en el 14,9%, si el IVA hubiese pasado del 10% al 5%, y en el 12,9%, si se hubiese dejado a cero.
Además, según los datos de este informe, el comercio minorista cerró 2022 con un margen de beneficios aproximado del 5,7%, casi un punto inferior al del año previo, y más de un punto menor al de 2020, cuando había crecido de golpe precisamente desde el 5,8% que marcaba en 2019. “El comercio minorista alimentario es el que tiene mayor peso en la estadística, y los primeros resultados presentados por las principales cadenas de distribución certifican que, en 2022, las empresas del sector han asumido costes superiores al incremento de precios aplicado y que los márgenes de beneficios han descendido”, concluye este estudio.
