El 100% de las empresas de carnicería, charcutería, pollería y casquería a nivel nacional han aumentado sus medidas de prevención y seguridad higiénico-sanitaria desde que comenzó el Estado de Alarma.
Las medidas extraordinarias que han tomado en estos comercios se suman a las que los profesionales del sector ya venían implementando en el día a día, siguiendo los procedimientos específicos para el sector, en materia de seguridad y calidad alimentaria, recogidos en sus sistemas de autocontrol.
La Confederación Española de Detallistas de la Carne, Cedecarne, realizó hace escasas semanas una encuesta a nivel nacional, donde quedó de manifiesto que los más de 25.000 profesionales que conforman el sector estaban intensificando sus medidas de seguridad. Unas medidas extraordinarias, que se suman a las que ya el sector implementa de manera habitual en su día a día, para garantizar la seguridad y la calidad alimentaria en sus establecimientos.
El comercio especializado de la carne está obligado a implantar un sistema de autocontrol basado en los principios APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico). Gracias a los criterios de flexibilidad, se permite emplear Guías de Prácticas Correctas de Higiene donde se recogen estos principios, como sistemas de autocontrol para el sector, siempre aprobados por la autoridad competente.
Este sistema y sus procedimientos de calidad estandarizados ayudan al sector a cumplir con los requerimientos legales y también a desarrollar su actividad de forma segura, garantizando que el producto que el consumidor lleva a su casa y pone en su mesa cumple con los más estrictos requisitos de seguridad alimentaria.
A esto hay que añadir que el sector recibe formación continua en esta área, porque para el comercio especializado de la carne el compromiso con el consumidor y su salud es prioritario.
Por esta razón, desde que se decretó el Estado de Alarma, el sector ha intensificado sus esfuerzos por seguir garantizando la calidad de los alimentos y preservar la seguridad de los consumidores como siempre. Desde que estalló la crisis, han estado en primera línea, demostrando una vez más su compromiso social y asumiendo su responsabilidad con vecinos y ciudadanos.
De manera individual, pese a que el uso de EPI’s no ha sido obligatorio, han conseguido, para ellos y para sus trabajadores, mascarillas y guantes en aras de afianzar las medidas de seguridad en sus lugares de trabajo, y preservar su salud y la de sus clientes.
Además han puesto a disposición del público información para extremar las precauciones en el punto de venta, con medidas dirigidas a evitar las aglomeraciones o pagar con tarjeta para minimizar al máximo el riesgo de contagio. También han incrementado la venta a domicilio y, en un 86%, el servicio de recogida en el punto de venta (click&collect).
La seguridad y calidad alimentaria es una responsabilidad de todos los operadores económicos de la cadena alimentaria y el comercio especializado de la carne ha asumido su parte. Con una sonrisa siguen abiertos y han extremado todas las medidas, para que el consumidor solo tenga que preocuparse de disfrutar de la carne y sus derivados, con la confianza de siempre.