Entrevistamos a Jacqueline Balzer, una de las grandes mujeres de la carnicería y charcutería de Europa, que, además de presidir desde enero de 2020 la Confederación Internacional de Carniceros y Charcuteros (CIBC), es la dueña de la empresa Riedinger-Balzer, con tres establecimientos en Estrasburgo (Francia) y más de 30 empleados.
En su región natal, La Alsacia, y en toda Francia, ha conseguido diversas distinciones, entre ellas Caballero de la Orden Nacional del Mérito y Caballero del mérito agrícola, así como el Trofeo de Mujeres empresarias de Francia, en su categoría de empresa artesanal.
¡Hola Jaquecline! Lo primero de todo, muchas gracias por atendernos. Y, lo segundo, sácanos de dudas, por favor. Tus estudios de derecho no hacían vaticinar tu dedicación profesional a la carnicería. ¿Qué te hizo cambiar de rumbo?
Vengo de familia de carniceros desde hace algunas generaciones, tanto por parte de padre como de madre. Mis padres trabajaron como locos para montar su propio negocio. Yo era la mayor de los hermanos y no prestaba mucha atención, nuestra casa era una colmena bulliciosa y los niños tenían que criarse solos.
Definitivamente yo no quería esa vida, pero caí ante el destino y me enamoré de uno de sus carniceros empleados, con el que me casé. Interrumpí mi tercer año de estudios de derecho para incorporarme al negocio familiar durante un período de crisis interna. Me costó mucho tiempo dejar el luto por mis estudios, hasta que finalmente florecí en mi trabajo, cuando mi padre me entregó la dirección en 1996.
¿Cómo describirías vuestra empresa?
Nuestra empresa siempre ha gozado de una buena imagen, ya que somos una gran familia de carniceros. Mi padre tenía cuatro hermanos, todos al frente de una carnicería, siendo nuestro nombre, por tanto, un referente.
Por otra parte, siempre hemos apostado por la modernidad. Nuestros puntos de venta se renuevan y modernizan periódicamente, así como nuestra oferta comercial, para estar siempre a la vanguardia.
Desde hace poco más de un año estás al frente de la CIBC, la Confederación que representa al sector en Europa y que mantiene unido a todos los profesionales del continente. ¿Cómo ves la carnicería – charcutería en Europa? ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta en los próximos años?
Desde hace unos años, la tendencia ha sido que los consumidores retornen a las carnicerías artesanales locales, buscando un consumo de productos más saludables y naturales. La crisis de la Covid-19 ha acentuado esta tendencia. Se trata de dar cada vez más garantías de nuestra experiencia, para acercarnos aún más a los productores, para manifestar nuestro compromiso con un consumo responsable, sostenible, saludable y que ahorra recursos.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido cuándo has visitado los establecimientos de nuestro país?
Tanto las carnicerías españolas como las francesas son lugares de vida y gastronomía que animan a consumir carnes y embutidos. En las tiendas renovadas abundan los proyectos que combinan modernidad y tradición, en los que yo me he inspirado para mis propias carnicerías. Me encanta especialmente esta moda española de tapas y pinchos que realzan los excelentes jamones curados que se producen en vuestro país.
Eres la primera mujer en tener un cargo tan importante en la CIBC. ¿Qué ha supuesto para ti este reto? ¿Y cómo ha sido ser mujer, empresaria y carnicera, en un sector mayoritariamente masculino?
En mi familia, las mujeres siempre han estado muy involucradas en sus negocios. Mi abuela paterna dirigió el negocio después de la guerra, a pesar de tener seis hijos. Mi abuelo, un hijo único, mimado por su madre, ahorraba mucho. De repente, mi padre, que admiraba a su madre, no dudó en confiarme la dirección de la empresa cuando mi hermano no mostró grandes cualidades en la dirección de la misma. Desde muy joven tomé las riendas, primero en la familia y después en la empresa.
Me convertí en la primera mujer en dirigir la Asociación de Carniceros de Alsacia. Los comienzos fueron difíciles, a veces tuve que enfrentarme a hombres que no me tomaban muy en serio. Me ayudó mucho el nombre de mi empresa y, también, mi fuerte carácter. A nivel nacional, en la federación francesa también tuve que abrirme camino y destacar en las juntas generales con ideas relevantes.
Por otro lado, a nivel europeo, no sentí ninguna reserva. Es cierto que el hecho de haber sido designada por mi país para representarlo fue suficiente para garantizar mi nivel. Fue una agradable sorpresa no tener que demostrar constantemente mi capacidad.
¿Cuál ha sido y es en la actualidad la situación de las mujeres carniceras en Francia? ¿Y en el resto de Europa?
En Francia cada vez son más las chicas que se embarcan en la profesión. Por supuesto, todavía estamos lejos de la igualdad, la profesión sigue siendo bastante difícil físicamente, pero las mujeres que la eligen lo hacen bien, destacan en los exámenes y concursos y luego destacan en los medios y entre los responsables del negocio, participando en la difusión de una imagen moderna y positiva.
La formación es muy importante para el sector del comercio especializado de la carne.
En Francia, la formación está muy organizada, compartida entre organizaciones profesionales y cámaras de comercio. Hace dos años se produjo una importante reforma de la formación profesional con la ley “para elegir tu futuro profesional”, con un énfasis muy importante en el desarrollo del aprendizaje. En la carnicería, el trabajo de corte está muy codificado y se sigue enseñando con gran exactitud el saber hacer tradicional. Como el trabajo de carnicería no siempre está asociado al de la charcutería, se debe dominar el arte de realzar toda una canal hasta el más mínimo detalle para garantizar la rentabilidad.
¿Cómo se logra tener una empresa con tantos empleados y a la vez estar al frente de otras organizaciones y ser ejemplo empresarial en Francia?
Tengo la suerte de amar mi trabajo tanto que no representa ninguna carga. Por otro lado, soy una persona ágil, en mis decisiones y en mis proyectos: imagino, perfecciono y lanzo, los demás me siguen, debo tener talento para la persuasión. Por último, tengo una gran capacidad de organización y también de trabajo. Soy muy pragmática, capaz de no dedicar mucho tiempo a detalles que me estancan. Mi lema: no miremos atrás, avancemos y creamos en eso.