La elección de las zonas rurales para disfrutar del verano contribuye a la regeneración de la economía, sobre todo en las zonas vaciadas pero desde Interovic lanzan un mensaje de concienciación sobre la importancia de cuidar el medioambiente y respetar a la fauna y flora.
Una de las tendencias al alza en el contexto actual es la puesta en valor de los bienes de consumo de proximidad que contribuyan a la conservación del entorno y de nuestras tradiciones. Durante este año, el turismo nacional se está consolidando como primera opción para estas próximas vacaciones. Para las zonas rurales, supone un beneficio, ya que incrementa la actividad redundando en una mejora del tejido económico y social.
Fuera de la temporada estival, las zonas rurales presentan unos escasos niveles de actividad humana, lo que supone un entorno de pocos ruidos, baja polución atmosférica y prácticamente inexistente contaminación lumínica. Estas carencias se convierten en los principales atractivos para los habitantes de las ciudades, con ganas de cambiar de escenario.
Por esta razón, es importante procurar que las visitas al mundo rural sean sostenibles y respetuosas. Que, por desconocimiento, no tengan un impacto sobre el mismo. A pesar de lo que pudiera parecer a simple vista, tanto la flora como los animales, salvajes y domésticos, son sensibles a la interacción con los humanos, sobre todo con aquellos que no están acostumbrados al medio rural. La prevención es una de las mejores formas de evitar daños, que pueden llegar a la gravedad de incendios forestales o accidentes mortales de carretera.
Desde la Interprofesional de la Carne de Ovino y Caprino, Interovic han elaborado un decálogo para disfrutar de unas vacaciones rurales sostenibles: